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viernes, 25 de septiembre de 2015

COMER GERMINADOS - COMER VIDA


Las semillas contienen todos sus valores nutricionales intactos hasta el momento en que las consumimos. Es por ello que podemos decir que son “bombas de vida”, pues guardan en su interior todos los nutrientes para que una nueva planta pueda nacer y desarrollarse.


Para poder aprovechar mejor estos nutrientes, podemos hacer germinar la planta. A los germinados o semillas germinadas se las conoce también como “brotes”. Al comerlas de esta forma las hacemos también más digeribles. Y si lo hacemos en crudo para que no pierdan ningún nutriente, mayores beneficios obtendremos (por ejemplo en ensaladas).


En los países orientales como China es muy frecuente el consumo de germinados.


Prácticamente se pueden hacer germinar casi todas las semillas:

De legumbres: lentejas, guisantes, judías…

De cereales: avena, trigo, cebada...

Oleaginosas: sésamo, girasol, frutos secos...

De verduras: cebolla, zanahoria, espinaca, puerro…


Debemos tener cuidado e informarnos bien cuando queramos obtener germinados de forma casera, pues algunas semillas germinadas pueden ser tóxicas para el ser humano, como la judía roja.


Es conveniente que, ya que vamos a consumir este alimento tan saludable, lo hagamos de la manera más sana, es decir, utilizando semillas de producción ecológica que no hayan tenido contacto con pesticidas.


Para producir tus propios germinados en casa necesitas:

Un frasco de vidrio de aproximadamente un litro.

Tres cucharadas de legumbres, granos o semillas de tu elección que no hayan sido tostadas ni congeladas.

1/2 litro de agua.


Preparación:

Lavamos las legumbres, granos o semillas y las ponemos a remojar en un frasco con el ½ litro de agua. Cubrimos el frasco con una gasa o tela delgada.


Dejamos el frasco en un lugar oscuro y cálido, de 9 a 12 horas si se trata de alfalfa o fenogreco y de 12 a 15 horas si son garbanzos, soja, lentejas…


Pasado ese tiempo, escurrimos el agua y enjuagamos bien con agua tibia.


En un lugar cálido y oscuro pondremos el frasco de forma horizontal (inclinado) acomodando los granos a lo largo del frasco, enjuagando 2 a 3 veces los primeros 3 días  y luego una vez al día.


Mantener las semillas húmedas y bien oxigenadas, de lo contrario, podría crear hongos el exceso de agua y moho la falta de aire.


Al cuarto o quinto día ya se podrán ver los primero brotes. Cuando los brotes tienen de 2 a 3 centímetros de largo, exponerlos a la luz del sol indirecta unas 2 horas para que las hojas se pongan de color verde (proceso de la clorofila). Esto favorecerá  el aumento de vitamina C y que tome un sabor más agradable.


Para conservarlas en buen estado es conveniente guardarlos en la nevera, en un tarro de cristal con un paño en el fondo. Lo importantes es que se mantengan secos para evitar que se pudran.


Algunos beneficios de los germinados:

Favorecen los procesos de desintoxicación y de depuración del organismo, también de su posterior eliminación.

Hacen fuerte el sistema inmunológico.

Combaten los radicales libres.

Rebajan el índice de colesterol.

Facilitan la digestión y favorecen el buen funcionamiento intestinal. Son apropiadas para personas con el estómago delicado.









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